Hábitos saludables para el cuidado de la salud

Sabemos que, en mayor o menor medida, los hábitos saludables contribuyen al cuidado de la salud física y emocional, independientemente de que las personas tengan o no patologías mentales. En coherencia con esta idea, en el Servicio de Acompañamiento a la Vida Autónoma, tanto en los recursos residenciales como en los centros de día, motivamos a las personas para que cultiven estilos de vida saludables que les ayuden en el futuro para su vida diaria. Aunque en la mayoría de los casos se trata de personas con autonomía suficiente para convivir en un recurso residencial, se ve necesario reforzar estos aspectos, algo que, por otro lado, es común a buena parte de la población.

Cuidar la alimentación es una de las prioridades y, por ello, se ofrece una variedad de menús saludables, adaptados a las necesidades de cada persona. Por su parte, en los recursos residenciales se acompaña en el desarrollo de tareas y destrezas que mejoran los hábitos alimenticios: técnicas culinarias, conocimiento de recetarios, organización de la compra, diseño de menú equilibrados, higiene, etc. Además, de asegurar una organización eficaz y de facilitar la convivencia, se busca incrementar los niveles de autonomía de las personas y ofrecer pautas de autocuidado.

Por otro lado, encontramos que el ejercicio físico es otra de las prácticas que mejora notablemente la calidad de vida de las personas. De ahí que fomentemos que las personas se mantengan lo más activas posible, bien a través de propuestas externas, como la Red de Caminantes, bien mediante actividades organizadas desde nuestro servicio (paseos diarios en los recursos residenciales y salidas programadas los sábados por la mañana).