Como cada año, el 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, que tiene como objetivos concienciar a la sociedad sobre la importancia de cuidar la salud mental, luchar contra los prejuicios y visibilizar la diversidad de situaciones que se dan en torno a este tema. En la edición de este año se ha puesto el foco en las relaciones existentes entre trabajo y salud mental y en la importancia de priorizar, proteger y promover el bienestar mental en los entornos laborales.
También Elkarbanatuz participa de esta sensibilidad y recuerda que no hay salud sin salud mental. Es por ello que el Área de Salud Psicosocial continúa apoyando y acompañando a personas con dificultades de carácter emocional y conductual que afectan, entre otros aspectos, a sus posibilidades de inserción sociolaboral.
Es sabido que la salud mental y el trabajo están estrechamente ligados. Una salud mental frágil tiene efectos negativos importantes en el bienestar de las personas, afectando a su funcionamiento conductual, emocional y relacional. La capacidad para desenvolverse en el medio laboral puede verse afectada y entrañar dificultades importantes a la hora de mantener u obtener un empleo.
De hecho, las personas con problemas de salud mental tienen más probabilidades de ser excluidas del empleo y, en caso de trabajar, de experimentar situaciones de desigualdad. Se hace necesario, por tanto, promover medidas que garanticen el derecho a participar en el ámbito laboral de manera plena y justa.